Sabemos que una de las cosas que hacen que recordemos un evento, una fiesta, una celebración es, además del encuentro en sí, el haber comido bien, rico y a gusto; por eso, ahora La Ancha viaja a cualquier rincón de España para cocinar el catering de tu evento.
“¿Recuerdas aquella boda? Fue preciosa, y qué rico estaba el menú”. “Qué divertida la fiesta de anoche, y qué buenos los pinchos que sacaron”. Si echas la vista atrás y haces un breve recuento de las celebraciones a las que has ido últimamente, lo más probable es que te venga a la memoria un recuerdo emotivo y uno delicioso. Esto es inevitable; si viajas, si festejas, si reúnes, lo que sucede en la mesa queda en la memoria, por el sencillo disfrute de comer algo rico y porque en torno a un bocado delicioso siempre nace una conversación que tiende puentes incluso entre desconocidos.
El poder de la cocina es infinito, en La Ancha lo conocemos bien. En nuestros inicios tuvimos claro que dar de comer es un acto de amor. Es cuidado, es calidez y es alegría, y ese espíritu lo hemos mantenido en todos nuestros restaurantes, desde el más familiar – La Ancha, Las Tortillas de Gabino- al más vanguardista, que no por ello menos acogedor, – fismuler, The Omar…-. Quisimos llevarlo a las casas con Armando; dónde sentirte más acogido que en tu hogar con una tortilla de patata hecha con mimo, con unas croquetas como las que recordabas y un escalope que tira, seguro, de nostalgia. Y hemos asumido un nuevo reto: llevarlo a tus eventos.
En La Ancha tenemos nuestro propio servicio de cátering. Llevábamos tiempo pensando en ello. Desde que Armando llegó a los hogares madrileños y, después a los barceloneses, con una acogida que no nos cansamos de agradecer, supimos que teníamos que llegar a más lugares, a los que el comensal quisiera. Hacer un cátering a nuestra manera, con nuestros platos y nuestro saber hacer viajando por España. Fue el evento de presentación de la colección de primavera de Zadig & Voltaire el que nos dio el empujón final para presentarlo formalmente. Vogue organizó junto a la marca parisina una cena de presentación y escogió el restaurante fismuler Madrid para ello.
“Y aunque las expectativas eran muy altas —la última vez lo pasamos bien, muy bien— estas no solo se cumplieron sino que se superaron con creces con una noche llena de confidencias, anécdotas, risas y mucha moda en fismuler, uno de los restaurantes más populares de la capital. Jugando de nuevo con los contrastes, se apostó por un espacio rústico y de ambiente íntimo que, bajo la luz de las velas, hizo destacar aún más si cabe el estilo y la personalidad tan particular y arrolladora de los looks de Zadig&Voltaire”, así lo relata Vogue. Y nos sentimos muy afortunados de ser lugar de encuentro de dos prestigiosas marcas y un grupo tan interesante como ecléctico que disfrutó de la velada y de la cocina de fismuler.
Hacer esta cena era todo un reto. Tenía que acompañar al diseño de la colección, tenía que ser deliciosa, memorable, acogedora y tan distinguida y original como las marcas que confiaron en nosotros para ello. Lo conseguimos, y decidimos que queríamos acompañar, resaltar y hacer memorables otros eventos, con la tortilla de patatas que hizo famoso a Gabino y que no se olvida fácilmente, con el escalope Armando que con su tamaño, su crujiente y su sabor no deja indiferente a nadie, y con la tarta de queso fismuler por la que se peregrina al restaurante siempre con un hueco reservado para el postre.
Hay algo más: las pretensiones no son las de la cocina con fuegos artificiales, son las de la cocina hecha con alma, con gusto y con muchos años en los fogones. Es la que sabemos hacer y practicamos desde hace años y la que recuerdan clientes como Isa, que nos eligió para su boda y así lo cuenta en Casilda se casa. “Del catering se encargó La Ancha. ‘Voy a comer ahí desde que soy pequeña con mi padre, el escalope Armando con patatas es mi comida favorita. A Jaime también le encanta y desde que somos novios decíamos que lo pondríamos en nuestra boda. Hablamos con Santi Redruello de La Ancha y le encantó la idea. No habían hecho una boda tan grande y tampoco con Armandos pero desde el primer momento se volcaron muchísimo y superaron con creces todas nuestras expectativas. Los volveríamos a elegir sin duda». Cocina sabrosa que alimenta, sobre todo, el corazón, que al final es lo que todos ponemos en nuestras celebraciones.