
Hace ya unos meses, entramos en el exclusivo Club Financiero Génova para ponerlo patas arriba, en el mejor de los sentidos. Nino Redruello nos capitaneó en una apertura singular por varias razones:
La primera es que nuestra propuesta culinaria tiraba del recetario popular con toques contemporáneos (arroz con pitu de Caleya, calamar de anzuelo, lentejas glaseadas con cigalitas) para crear una carta reconocible, amplia y dinámica que buscaba que el comensal quiera probar y repetir, y continuamos en esta aventura con el mismo espíritu.
La segunda es que nuestra inclusión en las cocinas de este club atendía a una apertura del mismo (de algunas zonas) al público general, era la primera vez que este club privado ofrecía algunos de sus espacios a todo aquel que quisiera disfrutarlo, entre ellos, nuestro restaurante con vistas panorámicas de Madrid.
Después del restaurante, fuimos un paso más allá. Queríamos que, como todos los espacios de Familia la Ancha, este también fuera un lugar dinámico donde el visitante curioso y el comensal de buen pico disfrutara de propuestas inesperadas. Y, junto con Azotea Grupo, ideamos el Night Brunch, un menú de seis pases inspirado en un clásico brunch y servido con un cóctel, con música en directo y por la noche, cuando la azotea del Club Financiero Génova da las mejores vistas a todo Madrid.
¿Por qué os contamos todos estos antecedentes? Porque nuestra incursión en este club ha sido una revolución paso a paso que culmina (al menos hasta hoy) con la apertura de Oyster Bar in the Club, “La barra de ostras más alta de todo Madrid”, cuenta Mar León en El Español. Y continúa: “Situado en una de sus barras más privilegiadas, este novedoso plan se presenta como una experiencia donde ostras, champagne y la mejor música se combinan con unas impresionantes vistas panorámicas de la ciudad”. Y tanto, pues se encuentra en la planta número 14 de este edificio, lo que brinda un paisaje urbano incomparable de Madrid.
Las ostras dan nombre al lugar porque en carta se ofrece una gran variedad de las mismas: “[…] podemos encontrar la ostra verde Fine de Claire Nº2 (6 euros), la ostra rizada de la Normandía Nº2 (8 euros), la sherry oyster (8 euros), la ostra Pamplemousse Rosé (8 euros) o la ostra Pekin Duck (8 euros), entre otras”, cuenta El Español. Pero no solo de ostras vive In the Club, la revista Hola destaca sus “vieiras –con mantequilla de perifollo o a la Nantesa”. Y NEO2, la exclusiva carta de caviar, “con variedades como el Beluga Imperial (220 € por 30 gramos), el Kaluga Gold Beluga (110 €) o el Asetra Oscietre (100 €)”.
“Además, los paladares más exigentes podrán acompañarlas con una exquisita selección de champagnes, pensados para acompañar a la perfección y elevar esta experiencia sensorial a otro nivel. Entre ellos destacan: Ruinart Blanc de Blancs, André Clouet Grande Réserve Brut, Dehours Rosé Oeil de Perdrix o Veuve Clicquot Yellow Label”, destaca El Español. Pues sus burbujas redondean una experiencia gastronómica de lujo, pero lujo con chispa, sin encorsetar, como nos gusta en Familia La Ancha, pues lejos de amenizar el brindis un piano bar, el set del Dj no cesa desde las seis de la tarde hasta el cierre.
Con esta apertura nos aventuramos en el mundo del ocio nocturno (o de tarde-noche, mejor dicho), que habíamos explorado solo con el Night Brunch. Y lo hacemos de una manera poco convencional, como nos caracteriza, porque resulta del todo inesperado comerte una ostra rizada de la Normandía viendo algunos de los edificios más bonitos de Madrid y brindando por lo que sea, siempre hay motivos para brindar.